Una camiseta con un diseño llamativo, una botella personalizada o los rótulos para las ventanas de tu negocio: todos estos elementos tienen algo en común, y es que existen gracias a una técnica de impresión a la que llamamos serigrafía.
La impresión serigráfica ha resistido el paso del tiempo, adaptándose a las exigencias de la industria y destacando por su enorme versatilidad.
En esta guía te explicamos a fondo qué es la serigrafía, de dónde viene y cuáles son todas las posibilidades que nos ofrece este acabado de impresión tan popular.
Tabla de contenidos
¿Qué es la serigrafía?
La serigrafía es un método de impresión que utiliza una malla tensada para transferir tinta a una superficie. La tinta atraviesa las áreas permeables de la malla y queda depositada en el material, mientras una plantilla bloquea las áreas donde no debe pasar.
Este método, aunque pueda parecer sencillo, es increíblemente versátil y nos permite trabajar sobre todo tipo de materiales, como textiles, vidrio, cerámica y madera, creando diseños únicos, duraderos y de gran impacto visual.
Origen de la serigrafía
¿Y qué hay de su origen? Pues nació hace miles de años, en la antigua China. En el siglo III, los chinos usaban técnicas rudimentarias para imprimir patrones en textiles mediante plantillas de papel y cabello humano.
Poco más tarde, estas técnicas llegaron hasta Japón, donde evolucionaron gracias al uso de materiales más refinados, como la seda. ¡De ahí viene el nombre de “serigrafía”!
Con el tiempo, llegó a Europa. Desde el siglo XVIII y hasta el siglo XX, fue modernizándose y ganando popularidad en la industria gráfica, impulsada por el auge del diseño publicitario y la personalización de productos.
¿Sabías que artistas como Andy Warhol popularizaron la impresión serigráfica como una forma de arte? Su obra ‘Marilyn Monroe’ es el ejemplo más icónico que se nos ocurre, ¡y seguro que la conoces!
Tipos de serigrafía
Hoy en día, sigue siendo una de las técnicas de impresión más utilizadas, y es que una de las principales características de la serigrafía es su enorme versatilidad.
De hecho, existen varios tipos de serigrafía que se adaptan a diferentes necesidades y aplicaciones.
Vamos a ver de cuáles se trata:
Manual
La serigrafía manual es la opción más tradicional y artesanal. Se basa en realizar el proceso de impresión serigráfica 100% a mano, utilizando una rasqueta para empujar la tinta a través de la malla.
Aunque puede ser más lenta, es ideal para tiradas pequeñas y diseños personalizados en los que el detalle es lo que cuenta.
Semiautomática
En la serigrafía semiautomática, las máquinas asisten en el proceso, pero todavía es necesaria la intervención humana.
Este método combina rapidez y control, por eso es una opción estupenda para tiradas medias o proyectos que requieren eficacia sin perder flexibilidad creativa.
Circular
La serigrafía circular está diseñada específicamente para imprimir en objetos redondos, como botellas, vasos o tubos.
Este tipo de impresión es muy utilizado en sectores como el de la alimentación, el farmacéutico o el publicitario, donde los envases personalizados son los principales protagonistas.
Automática
La serigrafía automática utiliza maquinaria avanzada para realizar todo el proceso de impresión, desde la colocación del material hasta el secado. En este tipo de serigrafía, solo tenemos que ocuparnos de colocar el material en la posición adecuada.
Es perfecta para grandes volúmenes, ya que garantiza precisión, uniformidad y rapidez en cada impresión.
Ventajas y desventajas de la serigrafía
Si estás considerando usar esta técnica para algún proyecto impreso, es importante que conozcas tanto sus puntos fuertes como sus limitaciones.
¡Toma nota!
- Colores vivos y duraderos. La serigrafía ofrece resultados con colores intensos que resisten el paso del tiempo y el uso continuo.
- Versatilidad de materiales. Puedes imprimir en papel, tela, madera, vidrio, plástico, metal y muchos materiales más.
- Ideal para grandes tiradas. Optar por la impresión serigráfica es muy rentable si necesitas imprimir grandes cantidades del mismo diseño.
- Preparación laboriosa. Eso sí, la creación de plantillas y ajustes iniciales lleva su tiempo, al igual que el secado.
- Requiere experiencia. Además, la impresión por serigrafía no puede llevarla a cabo cualquier imprenta: se trata de un proceso que requiere profesionalidad, experiencia y destreza para obtener resultados óptimos.
Serigrafía con Omán Impresores
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